Madagascar

Farafangana es la capital de la región de Atsimo-Atsinanana, en la costa sureste de Madagascar, 500 kilómetros al sur de la capital Antananarivo. Esta región ocupa un área muy extensa con 1.200.000 habitantes, donde solamente hay para su atención médica 1 Cirujano y 60 Médicos Generales. Las grandes distancias hacen que los pacientes empleen hasta 4 días para llegar al único hospital público existente, donde además deben pagar su propio tratamiento, algo totalmente incompatible con la pobreza extrema de la zona.

La Leprosería de Ambatoabo es una Misión regentada desde el año 1902 por las Filles de la Charité de Saint Vincent de Paul, donde 6 monjas malgaches y 1 española, aparte de atender sanitariamente a la población (lepra, tuberculosis, drepanocitosis, filariosis, desnutrición, malaria….), les enseñan técnicas de cultivo, mantienen una escuela para niños, otra para mujeres jóvenes iniciándolas en el trabajo del hogar, cuidados de los niños pequeños, etc.

Una vez al año y durante un periodo medio de 3 semanas durante los meses de Septiembre-Octubre, 14 profesionales nos desplazamos al área para labores de atención médico-quirúrgica de la población local y formación de personal sanitario. Durante este tiempo se combinan tiempos de consulta con tiempos quirúrgicos en función de las especialidades participantes.

Fruto de esta cooperación es que la Leprosería de Ambatoabo pasó a llamarse Hôpital Saint Vicent de Paul Ambatoabo, siendo reconocido como tal, por el Ministerio de Sanidad de Madagascar. Actualmente trabajan dos médicos malgaches, enfermeros y matronas locales, y el Hospital ha mejorado su capacidad y dotación tecnológica y farmacológica gracias al entusiasmo de las monjas y el personal malgache, así como a la cooperación de todos los que participamos en esta iniciativa. Asimismo, estamos difundiendo el tratamiento del Pié Zambo con el método de Ponseti, en Madagascar.  

Participamos también activamente en la financiación de la educación infantil en la escuela situada en la misma Misión, pudiendo garantizar a cada niño que escolarizamos la matrícula, el material escolar y una comida diaria.